Estamos habituados a utilizar el aceite de oliva en nuestra cocina, es el oro líquido, pilar donde se sustenta la dieta mediterránea.
Es indudable los beneficios que aporta a nuestra salud como hemos visto en anteriores artículos, además de suponer un importante ahorro para nuestro bolsillo cuando lo utilizamos para cocinar, soporta muchos más grados que las otras grasas lo cual permite sucesivas utilizaciones en frituras.
Pero hoy nos vamos a dejar llevar por nuestros sentidos, teniendo en cuenta tan solo, lo delicioso que ese producto nos parece. Ahí van nuestras propuestas:
De primero un gazpacho.
Plato típico malagueño, que hará las delicias de grandes y pequeños.
La base de este plato de cuchara, idóneo para los días de frio que todavía nos acompañan, es el caldo de pescado. Como no puede ser de otra manera Málaga es una provincia marinera y entre sus recursos está, como no, los productos del mar.
Si tenemos fumet hecho de antemano, la receta se simplifica enormemente, tan solo basta usar este caldo y añadirle una mayonesa ligera que iremos ligando de manera suave y continua.
Para la mayonesa recomendamos usar un aceite de oliva virgen extra ligero y con toques frutales, un arbequino es la elección idónea.
Este plato es de origen humilde y tradicionalmente solo llevaba patata cocida o arroz como acompañamiento, pero podéis acompañarlo con algún pescado cocido o langostinos. Otra opción es cuajarle un huevo.
Importante trabajar esta receta con el caldo no muy caliente para evitar que se corte la mahonesa.
De segundo Bacalao confitado
Seguimos con el pescado, y es que preparar un bacalao de esta manera es una autentica delicia. Tan solo necesitamos un buen trozo de bacalao, preferiblemente lomo, y un AOVE de gran calidad para confitar. Podéis añadir unos ajos laminados al aceite.
Nota: podemos guardar ese aceite para sucesivos confitados.
La manera tradicional consiste en sumergir el bacalao en el aceite y ponerlo al fuego sin que la temperatura supere los 60º. Con unos 8-10 min. bastará.
Se suele acompañar de unos pimientos asados, patatas con ali-oli o incluso un risotto de setas. Usad vuestra imaginación. Pero no olvidéis utilizar siempre un buen AOVE, variedad picual por ejemplo.
Para el postre dejaros atrapar por la combinación del chocolate con el aceite de oliva. El aceite de oliva combina a la perfección con dulces y postres, sobre todo con el chocolate, en un maridaje perfecto, tantos en bizcochos y dulces, como en esta receta de helado de chocolate y aceite de oliva, una combinación sorprendente.
Os dejamos el enlace a esta receta para que os luzcáis: http://www.hojiblanca.com/1773/helado-de-chocolate-y-aceite-de-oliva/